Estamos a punto de terminar el curso y, aunque suene un poco rara la frase, creo que os voy a echar de menos durante el verano.
Durante estos meses he intentado que aprendáis inglés, como es lógico, pero también es verdad que, más de una vez, he terminado la clase con la sensación confusa de no saber exactamente a qué me dedico. Entre relativos y estilo indirecto se colaban temas de actualidad, discusiones éticas, morales, etc. que, por lo que he podido ver, os han calado más de lo que yo podía imaginar. Y lo más curioso de todo es que sé que son esos los momentos en los que más habéis aprendido. Lo mejor de todo es que, como me decís, habéis aprendido sobre vosotros mismos. Y una de las cosas más bonitas que me decís es que habéis aprendido a pensar de manera diferente, a saliros del redil. ¡Qué orgullo!
Después de comentarios como los que me habéis dedicado, creo que merece la pena levantarse a las seis de la mañana para venir a estar con gente como vosotros. Os aseguro que ha sido un honor poder compartir estos meses llenos de sonrisas, alegrías, nervios, algunas lágrimas, y explicaciones de inglés, como no.
Decía Raquel que, mientras que la recordásemos en un rinconcito de nuestras mentes, ella seguiría estando con nosotros. Yo os digo que, mientras os sigáis acordando de esos momentos compartidos durante este curso, seguirá viva la llama que he intentado encender en vosotros. Yo, por mi parte, os seguiré recordando por siempre.
Tal vez el curso que viene volvamos a coincidir, quién sabe. Lo que sí me encantaría es que, cuando os vayáis definitivamente del instituto, no os olvidéis de este año. Y que, de vez en cuando, vengáis por aquí para contarme sobre vuestros progresos, vuestras alegrías, incertidumbres, sobre vuestra vida en definitiva. ¡A los profes nos encanta que lo hagáis!
Durante estos meses he intentado que aprendáis inglés, como es lógico, pero también es verdad que, más de una vez, he terminado la clase con la sensación confusa de no saber exactamente a qué me dedico. Entre relativos y estilo indirecto se colaban temas de actualidad, discusiones éticas, morales, etc. que, por lo que he podido ver, os han calado más de lo que yo podía imaginar. Y lo más curioso de todo es que sé que son esos los momentos en los que más habéis aprendido. Lo mejor de todo es que, como me decís, habéis aprendido sobre vosotros mismos. Y una de las cosas más bonitas que me decís es que habéis aprendido a pensar de manera diferente, a saliros del redil. ¡Qué orgullo!
Después de comentarios como los que me habéis dedicado, creo que merece la pena levantarse a las seis de la mañana para venir a estar con gente como vosotros. Os aseguro que ha sido un honor poder compartir estos meses llenos de sonrisas, alegrías, nervios, algunas lágrimas, y explicaciones de inglés, como no.
Decía Raquel que, mientras que la recordásemos en un rinconcito de nuestras mentes, ella seguiría estando con nosotros. Yo os digo que, mientras os sigáis acordando de esos momentos compartidos durante este curso, seguirá viva la llama que he intentado encender en vosotros. Yo, por mi parte, os seguiré recordando por siempre.
Tal vez el curso que viene volvamos a coincidir, quién sabe. Lo que sí me encantaría es que, cuando os vayáis definitivamente del instituto, no os olvidéis de este año. Y que, de vez en cuando, vengáis por aquí para contarme sobre vuestros progresos, vuestras alegrías, incertidumbres, sobre vuestra vida en definitiva. ¡A los profes nos encanta que lo hagáis!
Un abrazo de vuestro profe Joaquín, que hoy os escribe en castellano, para que nadie diga que no se ha enterado. De todo corazón, os deseo lo mejor.